En la localidad de
Rauch, provincia de
Buenos Aires, en el mes de mayo de 1939 se exhibió un planeador primario del tipo
Zögling 38, que había sido construído por tres jóvenes aficionados de esa localidad,
Luis D. González,
Juan Carlos Cremona y
Washington Ferreira.
Fue muy destacada la labor cumplida por estos tres entusiastas propulsores del vuelo sin motor por cuanto realizaron su trabajo prolijamente, empleando 125 días en la construcción, con 1.550 horas en total, a un costo de 954 pesos.
El inspector Ernesto Vito Vignera de la Dirección de Aeronáutica Civil aprobó el modelo expuesto. Al mismo tiempo estos jóvenes fundaron el Club de Planeadores "Goncrefer", nombre formado por las tres sílabas iniciales de los apellidos de cada uno de ellos.
Tenían planificado iniciar sus prácticas de vuelo para el siguiente mes de junio, anunciando la realización de un festival aéreo al que concurriría el Club "Albatros" para hacer demostraciones de vuelo con sus planeadores.
Este club tomó más adelante el nombre de "Alas de Rauch", cuando la Dirección de Aeronáutica exigió a los clubes adoptar el nombre de la localidad para tener la opción de recibir subvención del Estado. Se exceptuaron de esta exigencia los tres primeros clubes ya formados, "Albatros", "Otto Ballod" y "Cóndor".