El
"Viana" fue un planeador ideado, desarrollado y construido por el joven granadino de nacimiento y reinosano de adopción
Juan de Viana.
El planeador, de madera de chopo, bambú y tela, era monoplano, tenía una envergadura de 7,15 metros y una cuerda alar de 1,75 metros, y su superficie alar era de 12,5 metros cuadrados; pesaba, vacío, 30 kilos, y con tripulante, 100 kg, lo que daba una carga alar de 8 kilos por metro cuadrado.
El primer vuelo tuvo lugar el domingo, 26 de junio de 1932, a primeras horas de la tarde, ante numeroso público que desde todos los puntos de la comarca había acudido a Nestares. La tarde era espléndida, con la atmósfera clara y el viento, flojo, soplando en dirección opuesta a la elegida por Juan de Viana para el despegue de su aparato.
Se instaló en el planeador, y fue lanzado, yéndose pronto al aire a pesar de la escasa elasticidad de los sandows. El planeador se elevó fácilmente hasta unos 6 o 7 metros, recorriendo a esta altura casi 700, inclinándose al final del trayecto y cayendo sobre el ala derecha, aterrizando con cierta violencia.
Pese a la brusquedad de la toma de tierra, Juan de Viana -que salió ileso del percance- fue largamente ovacionado por la entusiasmada concurrencia. Dado que el inventor no tenía experiencia alguna de vuelo, no parece aventurado suponer que, de haber realizado la prueba del planeador un piloto de vuelo sin motor, se habrían obtenido resultados mucho más satisfactorios.
A finales de agosto de aquel año, una vez corregidos algunos defectos que el improvisado aviador había observado en su planeador, realizó nuevos vuelos, resultando en uno de ellos el aparato destruido, y aunque el piloto resultó sin el menor rasguño, fue éste el final de los ensayos.