Los estudios sobre los perfiles laminares empiezan hace 80 años atrás, el
Akaflieg Braunschweig (Grupo de vuelo de estudiantes de la Universidad de Brunswick) decide realizar ensayos sobre un planeador en configuración de
"ala volante", este concepto de diseño prometió cuantiosas ventajas respecto a los aviones convencionales.
A este nuevo velero se lo designa con el nombre de SB-13, la falta de la unidad de cola, y de la unidad portadora del grupo de cola contribuye a la reducción de la resistencia por fricción y a la reducción de peso.
Por otro lado esta configuración trajo aparejado algunos problemas, en un modelo a escala se observó la débil capacidad para absorver vibraciones, así como el "flutter", también la dificultad para acomodar en el pequeño fuselaje los complejos mandos.
Estas dificultades fueron solucionadas luego de muchas investigaciones, paciencia y mucho tiempo invertido, las vibraciones fueron solucionadas con el uso de nuevas fibras de alto módulo en el larguero alar.
Sin embargo volarlo sigue siendo para un pequeño círculo de pilotos, requiere habilidad y una atención elevada.
Hoy ya no está en actividad, reposa en el Museo de Münich, el primer vuelo se llevó a cabo el 18 de marzo de 1988.