Las experiencias previas
Las temporadas anteriores al mundial de Suecia 2006, con la motivación propia de la edad y con semejante desafío adelante, fueron muy intensas. Volé mucho en el club, participé en todos los campeonatos y tenía además un objetivo que me movilizaba especialmente.
Hasta pocos años antes, no había registros en el club de vuelos cerrados de más de 300 km. Ya en el 2005, con Santi Berca, Leo Ocampo y "Tato" Verdura, habíamos hecho varios vuelos interesantes incluyendo los 300 F.A.I. La meta siguiente era 500 km, el primer 500 desde el club. ¿Y la motivación especial? Luego del fallecimiento de Lisandro, ¡ se fijó una copa con su nombre para el primer vuelo de 500 Km desde el C.P. Rosario !
Durante la cena de Nochebuena del 2005, entró un pulso frío y pensé: ¡ mañana es el día ! Con mucha menos información meteorológica que la que hoy tenemos, llamé a "Tato" y le pedí que me remolque temprano. A dormir casi sin brindar y con la ilusión de un gran día por delante.
Los vértices elegidos fueron Junín y S.A. de Giles. El viento del ENE aseguraba la componente de cola en la primera pata con el arranque del día, viento de frente en la mejor hora y después remar con el horario y el viento del río para cerrar el vuelo.
"RR" listo tempranito. Remolque a 1000 m, planeo laminar arriba de la capa de inversión y encontrar la primera térmica del día, resultan el esquema necesario, al menos en nuestras latitudes y condiciones, para los vuelos de largo aliento. Mientras cruzaba la capa en planeo y no veía indicios de térmica adelante, me acordaba de "Tatito", ya que me había apurado a salir con el paso de la primera "trombita". Pero el "Tato" tuvo razón y con 400 metros enganche 1 m/s firme hasta 800 m.
Con toda la primera pierna sin cúmulos, llegué a Junín sin problemas y con más de 2000 m. Recuerdo a Javier por radio, mientras pasaba la vertical, que no tenía remolcador. El panorama era mejor adelante, con Cu para el lado de "Albatros". Llegué al vértice con casi 3000 en buenos Cu, pero la vuelta se complicó en la zona de Arrecifes, por los humos de las islas. Costó llegar, virando térmicas pobres en cielo azul, debajo del espeso humo, pero antes de las 17 estaba aterrizado.
El objetivo cumplido, la copa de Lisandro en casa y la convicción de que se podían hacer más km . . . ¡ fueron la inspiración para el próximo reto !
En esos años, viajé algunas veces a Chaves a entrenar con Mario Reynoso. Además de compartir todos sus conocimientos y enseñarme mucho, fue un gran motivador para los vuelos fuera de campeonatos, para los grandes intentos.
La temporada 2008 / 2009 fue increíble. Durante el campeonato de Rafaela y antes del regional de "Albatros", hubo días que con seguridad se podrían haber hecho récords, pero no tuve oportunidad.
Año 2013. Triángulo F.A.I. de 789 km
El 21 de diciembre de 2013 fue otro día inolvidable. Primer año con el "Ventus" y justo después del histórico mundial en Chaves.
Estaba muy entrenado después del campeonato y motivado con el "Ventus". El 25 de abril terminé la temporada de térmicas con un vuelo de 350 km. Luego viajamos con Lucas a visitar a la Flia. Levin y nos tocaron unos días hermosos de vuelo en Homberg, que incluyeron varios vuelos de más de 400 km en EB 28 y uno de más de 700 km en EB 29. Al volver el 25 de agosto, fue la única vez que volé más de 500 km en invierno, utilizando toda la actividad térmica del día. Un mes después, el 22 de septiembre, más de 500 F.A.I. a buen promedio, auguraban otra gran temporada.
Hacía tiempo que cuando se acercaba el final del año, me ponía en contacto con Lucas Berengua, para que me ayude con el pronóstico para estos vuelos.
"Me gusta el fin de semana, pero le tengo más fe al sábado" dijo Lucas. Habiendo volado bastante el O y NO de Rosario y con el viento del este, diagramé San Felipe-Hernando-Blaquier-San Felipe y Lucas lo aprobó.
"RW" con peso máximo, ascenso a 1200 y partida cerca de las 11:30 hs. La primera hora fue trabajosa y estresante, con solo 60 km acumulados y un rato largo entre 300 m y 500 m. A la altura de Marcos Juárez, después de una descompostura estomacal por segunda vez, decidí volverme. Me corrí al sur, subí bien en una baba y con el objetivo olvidado el estrés desapareció y por supuesto todos los síntomas. Ello me permitió ver el panorama más objetivamente y sobre todo, me dejó una enseñanza emocional muy grande. Decidí intentar y cuando llegué a los cúmulos pasando Leones ¡ comencé a caminar mucho mejor !
Luego los Cu desaparecieron y cuando otra vez estaba preocupado por el horario, una linda térmica me llevó a 2500 m antes de Rufino. Esto me animó a seguir ya que me permitía pasar el sotavento de la Laguna "La Picasa" con altura, y tratar de salir del vértice al sur de la misma, donde se veían cúmulos nuevamente. Javier Gaude también estaba con su intento de 750 km en el Ventus CT "3S" y la casualidad nos llevó a virar juntos cerca de San Gregorio. Todo el resto del vuelo fue apoyado en Cu y con las calles alineadas y llegué a las 18:50 hs. con actividad térmica todavía y un planeo final con "las sombras largas" - palabras robadas al querido "Negro".

Javier corrió con distinta suerte, aunque estaba un poquito más cerca del destino, las calles le quedaron cruzadas y el día se le acabó antes. Quedó a apenas 10 km.
Objetivo cumplido. El día demoró en abrir, había tenido un arranque malo y había volado más del 50% de la prueba sin Cu y ¡ otra vez sentí la convicción de que se podía más !
Desde los inicios en el deporte, me interesó la psicología deportiva y me fui apoyando en diferentes artículos. Poco tiempo después de este vuelo, empezamos a trabajar con "Luli" más profundamente, motivados en los conocimientos y la generosidad de Ariel Creciente, psicólogo de profesión, piloto y deportista, quien nos ayudó a encontrarle la explicación científica a conclusiones y aprendizajes a los que habíamos arribado de manera empírica y nos agregó un montón de ideas y herramientas nuevas. Gracias Ariel.
En los años siguientes hicimos con Santiago y "Tato" varios intentos de vuelos largos sin resultados. El último fue de casi 900 km luego de abortar un ida y vuelta de más de 800 kilómetros, hacia el sur. El mismo día en que "Manu" Darrain cerraba su triángulo F.A.I. de 750 km y Javier otra vez se quedaba en la puerta del club.
Hubo varias temporadas, en que la franja paralela al río Paraná, desde Rosario hasta Mercedes, funcionaba muy bien. Pero, hacia el oeste y el sur, las condiciones eran mucho peores. Lo difícil, en este tipo de intentos, y sobre todo en el vuelo triangular, es encontrar condiciones buenas y homogéneas en toda la prueba
El domingo 18 pasado, fue un día memorable por el resultado en el mundial. La noche anterior vi el excelente pronóstico y le dije a Ana que estaba pensando en olvidarme del partido e intentar. A las 8 de la mañana lastramos el "RW" con "Toto" (se llama así, pero a veces le dicen Tomás) y antes de las 10 estaba todo listo, pero luego de verle las caritas a mis hijos pensé en cuándo tendríamos la oportunidad de ver otra final del mundo juntos y desistí. Aunque tengo que decir que cada vez que me asomaba y veía los Cu, me dolía el pecho. Con el diario del lunes, fue una excelente decisión, y sin el diario del lunes la volvería a tomar.
El 19 era otro día fenomenal, pero tenía compromisos laborales. Me alegré por los vuelos de Javier y Agustín Sauro y por supuesto maldije porque se me había escapado otra oportunidad.
"Javi" finalmente cerró su buscado 750 F.A.I. y con récord de velocidad incluido a 115 km/h, volando sin lastre. Absolutamente merecido. ¡ Impresionante !
Lo de Agustín es excelente. No solo por cerrar el mismo vuelo que Javier en un planeador standard, sino porque, creo no equivocarme, ¡ ser el primero en intentarlo ! ¡ Felicitaciones Agustín !
Ese mismo día Martín Bossart, también desde Junín, batió el récord de velocidad en triángulo F.A.I. de 500 km incluso sin tiempo para lastrar.
La meteorología nos condiciona y limita, pero con toda seguridad: "el mayor límite lo ponemos nosotros mismos"
Los 1000
A esta altura del relato pido disculpas por el extenso preámbulo, pero para poder proponerme este objetivo fue de extrema importancia la experiencia personal previa y sobre todo en nuestra zona. ¡¡ Simplemente porque me permitió creer !!
Los vuelos de domingo y lunes fueron la inyección final para sentir que era el momento para intentarlo, aún sabiendo que el pronóstico del martes tenía algunas complicaciones. Pero aseguraba que una gran zona del vuelo estaba chequeada y muy buena.
A las 5:30 am me desperté y automáticamente abrí SkySight. El pronóstico había mejorado y me llamó la atención una zona bordó en Roque Pérez. El mejor pronóstico lo tenía Bs. As.; Córdoba y el norte parecían un poco peor.
Mientras me duchaba pensaba en la primera pata hacia América para usar todo el viento del ENE y ganar km temprano.
Llegué al planeador y no encontraba Roque Pérez en ninguna de las bases de datos que tengo en el LX. Después de editarlo concluí que América-Roque Pérez me quedaba corta. También me parecía que no tenía que ir más al sur de Roque Pérez. Consulté a un grupo de amigos del vuelo a vela "Volovelistas Rebeldes" y el Conde me confirmó que Roque Pérez está todo seco. Armé 2 opciones:
Partida 2 del club-Villa Sauce-Roque Pérez-Partida 2 y San Felipe-González Moreno-Roque Pérez- San Felipe.

Había bastante viento desde el río y después de pensarlo, dejé las emociones de lado y opté por volver a San Felipe para no tener que llegar hasta el río. Luego de las 8 am, Sebastián Luengo me confirma que en América estaba todo despejado, charlamos sobre la prueba y le gustó la planificación. Se veía en la foto una franjita de cirrus al oeste de América que era la que finalmente le pondría complejidad al día.

En primera instancia, había pensado en decolar a las 10 hs. pero luego de cruzar unos mensajes con "Tato" y "Dino", postergué a las 10:30 hs. Este siempre es un momento de incertidumbre y tensión, ya que perderse minutos de vuelo pueden ser decisivos al final del día. Sabiendo que en la zona es difícil volar más de 8 hs. / 8 hs. 30 m, tenía que volar ¡ a más de 120 km/h de promedio !
A las 10:00 hs. entra un mensaje del "Pela", confirmando que la franja de cirrus había pasado América y ya estaba despejado. La descripción de "Sebas" me dio tranquilidad: una cosa es verlo en la foto satelital y otra es que alguien te de su percepción de lo que está observando en el campo. ¡ Gracias "Pela" ! Calculé que me la cruzaría antes de llegar a Ameghino con el día ya desarrollado.

Ana acomodó la cabina con el amor de siempre, mientras yo hacía el último "pis" en la cola del "RW" y, por supuesto, también me dio su beso inspirador antes de correrme el ala.
Durante el ascenso vi la primera tromba chiquita detrás de la General Motors, y luego 2 o 3 más: ¡ Espero no haber perdido tiempo, pensé ! Encontré la capa de inversión en ascenso con 750/800 metros, muy de acuerdo con el pronóstico de SkySight para la hora.
Crucé la partida a las 10:48 hs, planeo laminar hasta llegar a la capa y se empezó a sentir el burbujeo. Hice algunos intentos para mantenerme alto y que el viento me lleve un poco hasta encontrar algún indicio de térmica, pero sin suerte. Con 400 cruce la primera babita sin encontrar la térmica y finalmente me prendí con algo menos, en un disparador de libro: ¡ lote arado con arboleda a sotavento !

Pasado el momento de tensión, ya que se puede desperdiciar una gran oportunidad en el arranque del día, me relajé porque además empezaron a aparecer babas cerca y cúmulos en rumbo. En adelante comencé a caminar bien con viento importante de cola y las condiciones mejorando. Ya veía los cirrus adelante que suponía encontrar en la zona de lagunas.
Llegué a los cirrus y otra vez la tensión y la concentración aumentaron. El promedio general había pasado los 130 km/h y el estimado de arribo, con Mc Ready 2,5 m/s, había bajado de 19:30 a 19:15 pero el panorama adelante no era el más lindo. Luego de un planeo largo, y cuando estaba pensando en esquivar las lagunas por el oeste a una zona de cúmulos debajo de la sombra, una hermosa tromba en el único arado entre las lagunas me animó a ir derecho. Llegué con 800 m y un termicón me dejó en el techo para poder pasar los cirrus. Pensé en Felipe Levin y una frase suya cuando conversábamos sobre una térmica en una situación parecida, llegando a la Sierra de la Ventana, durante el Mundial en Chaves. "¡ Esa fue una buena solución !" dijo Felipe.


Estaba muy contento porque pasando esa zona mala, estaba asegurando llegar a
Gonzales Moreno a tiempo. A 50 km del mismo, le comenté al
"Pela" que el promedio era de 140 km/h. A las 13:26 hs. estaba en el vértice con la altura máxima, después de virar más de 3 m/s de ascenso que me había dejado organizado mi otro hermano el
"Migue" Boero, antes de salir a cosechar. Más de 360 km a las 13:30 hs. y la respuesta positiva del
"Pela", ¡ me dio mucho ánimo !
La segunda fase del vuelo imaginada era la combinación de la peor zona de vuelo y el viento de frente con la mejor hora del día. Poco tiempo después de encarar el viento el promedio bajó a 136 km/h, luego a 134 km/h y a 132 km/h. Cambié la pantalla de información del LX para no ver esos datos, apagué la radio y puse todo el foco en llegar lo más rápido posible al segundo vértice.
Hasta 9 de Julio me costó mucho encontrar los ascensos para estirar los planeos y viraba buenas térmicas, pero con núcleos difíciles de ubicar. Al principio, intenté abandonando las térmicas viento de frente ganándole a la deriva (el viento estaba 3/4 de frente) y en ocasiones las abandoné en rumbo, sin encontrar un parámetro definido pero siempre priorizando mantenerme viento arriba de la pata. En un vuelo largo la atrancada puede ser determinante y varias veces decidí recorrer el Cu. y "perder" tiempo para centrar y no seguir a la buena nube de adelante, para estar siempre lejos del último recurso y caminar a paso constante.
Viré bien antes de 9 de Julio y el cielo se veía mejor al este. Estaba pudiendo mantener los 129/130 km/h de promedio y otra vez me encontraba animado y distendido. ¡ El estimado de arribo había cruzado hacia abajo la barrera de las 19 y eso era alentador !
Llegando al vértice la nueva preocupación eran los cirrus que observaba cada vez que paraba a virar, mirando hacia el NE. El avance de los mismos era lento pero el sol empezaba a bajar y una vez que llegase a Roque Pérez, iba a comenzar a caminar paralelo a los mismos, dejando de alejarme.
No podía bajar las fotos satelitales del servicio por falta de señal y tampoco las que me enviaba el "Pela" Luengo.

A las 16:25 hs. centré una buena térmica en el último Cu lindo, a unos 20 km del vértice. Hacia Roque Pérez, los Cu desaparecían y desde el vértice hacia el norte había un hueco, tal cual lo pronosticado. Mientras subía miraba datos, y vino otro momento de duda y decisión: Avanzando 2 km después de dejar la térmica, aseguraba la virada para los 1000 km distancia libre en triángulo F.A.I. y no tenía que volar tanto en el cielo azul y evitaba la parte más ancha de la cuenca del Salado, del que me había alertado Néstor Enrico. Por otro lado, estaba en buen horario con más de 700 km acumulados y desperdiciar la oportunidad del prefijado era una pena. Le comenté a "Tato" la duda y su respuesta fue totalmente esclarecedora: "-Y no sé Dami- ¡ hacé algo !-"
Para ganar hay que estar dispuesto a perder, pensé, y encaré el vértice con la decisión de salir al oeste, viento abajo hacia la última línea de Cu. Sin poder ver la foto, me imaginaba la posibilidad de volver por el oeste de la línea de cirrus, cosa que después me mencionó el "Pela" en un mensaje. El primer planeo de la última pata fue a menos velocidad pero rendía bien y a medida que bajaba, la óptica cambiaba. Comencé a preocuparme y los Cu me quedaban muy viento abajo hacia el oeste.
Estuve un rato entre 900 m y 1200 m en térmicas mucho más débiles hasta que me animé a una babita nueva y apareció otra buena solución: subí con 3,5 m/s hasta el techo, mágicamente volví al sol y el panorama cambió. "Tato" me alentaba con las buenas condiciones que volaban desde Pergamino hacia Giles, junto con los chicos de "Albatros" y cambié el rumbo, para recostarme sobre los Cu que veía lateral Mercedes. A las 17:30 hs. ya había pasado Suipacha y estaba a poco menos de 200 km de casa y con buenos Cu adelante, pero el cirrus se acercaba. Me acordé de varias situaciones en las que volando libre, volví desde Mercedes a las 5 am y me di ánimo. Hasta ahí pensé que podría recostarme al este y tratar de tomar los 2600 m que me informaban los chicos al E de Pergamino, para volar los últimos 100 km.
A 10 km de Arrecifes una buena térmica me llevó al techo y me vino a la cabeza el relato de Roberto Rizzi, del ida y vuelta a Morrison, y la sensación que tuvo al encontrar una buena térmica en el último Cu pasando Pergamino: "¡ Ya me siento en el barrio !" le dije al "Tato".
Faltaban 1400 m con Mc Ready 2,5 m/s y llegaría a las 18:45 hs. aproximadamente, lo que daba un promedio de 130 km/h.
Pero otra vez vino una parte dura del vuelo: el "Tato" me decía que ya lo tenía y yo me esforzaba para concentrarme y no sentirlo hasta conseguirlo. Algunas experiencias me enseñaron mucho, al cometer errores por relajarme antes de cumplir el objetivo o creer que ya estaba todo hecho ¡ cuando todavía faltaba un rato !
La visibilidad había bajado significativamente por la combinación del humo de las islas y el sol detrás del cirrus. No podía confirmar si había Cu adelante bajo la sombra y después de avanzar un poco a planeo máximo, concluí que iba a ser imposible pasar por el este porque el río se estaba tapando con la nubosidad y junto con el viento del este no resultaba una opción. Decidí nuevamente volar al oeste debajo de la sombra, para llegar al sol. Yo avanzaría con viento de cola con el cirrus que avanzaba al revés. La incertidumbre era sí, por la hora, iba a tener fuerza el sol para calentar después de la enfriada.

Pensé en Carlos Pérez y una frase que me dijo, durante una situación compleja volando juntos en Chile: - ¿Y ahora Carlos? - le pregunté. "Ahora hay que tener fe" me dijo. Y Carlos tiene razón: hay situaciones en el vuelo a vela en las que ¡¡ hay que tener fe !! ¡ Cuando la decisión es lógica o cuando no hay otra posible, solo queda tener fe !
En el borde oeste de la sombra enganché una térmica que me permitió ganar tiempo y altura para salir al sol y tratar de subir los últimos metros. Mientras subía, se formaron un par de 'fúmulus' adelante y salí en planeo. Faltaban 250 m y finalmente encontré la última y otra vez me vino un profesor a la cabeza, sin dudas de quién más aprendí: -"Acá nos quedamos hasta que nos apaguen la luz"- dijo Eduardo Crego, cuando encontramos la última térmica, después de remar toda la tarde, durante la 5ta prueba del Nacional 2001.
Viré un poco más de lo necesario, disfrutando y asegurando el momento. Después de tantas horas, unos minutos, impactan poco en el promedio. Crucé unos mensajes y me emocioné recordando a Lisandro, ¡culpa de Martin Verdura ! ¡ El gran "Luli" también era parte del momento !
Llegué alto y planeé un poquito antes de aterrizar: Objetivo cumplido y con la convicción de que alguien, algún día, irá por más y lo concretará. ¡ Hace falta creer !... y en ocasiones, ¡ tener fe ! ¡ Siempre a seguir soñando y planificando !

En la misma corriente de pensamiento - Párrafo aparte para el club de planeadores Junín
También Dino cerró su vuelo: 3 triángulos F.A.I. de 750 km cumplidos en 2 días seguidos y 4 en temporadas consecutivas. Cuando tus compañeros creen y hacen, es más fácil creer; la motivación se multiplica, la logística se resuelve, todo el entorno se predispone y los límites se alejan. ¡ Felicitaciones Junín !
Los que han volado y compartido la radio conmigo saben que esos pensamientos de situaciones y experiencias pasadas, propias y ajenas, son habituales en mí. En cualquier caso, mi agradecimiento a cada uno de los que me ayudó (nombré a muchos durante el relato) a agrandar el más valioso de los Cúmulos para un volovelista: el de los conocimientos y las experiencias. Siendo imposible transitar todo en carne propia, las vivencias y conocimientos ajenos, ¡ resultan fundamentalmente enriquecedores !
No puedo dejar de nombrar a mi compañero de siempre, Santiago Berca, con el que compartimos un montón de horas de vuelo y muchos logros, y que tiene soñado 'el 1000 de los Alveares': Aeródromo Alvear- Intendente Alvear- General Alvear- Aeródromo Alvear. Ojalá se encuentre con el día para concretarlo y pueda ser de la partida. Sin dudas sería un sueño, realizarlo con partida y llegada en nuestra casa Volovelística, nuestro querido Club de Planeadores Rosario. Seguro se suma el "Tato", que es además y sin ningún temor a equivocarme, el piloto más completo en la actualidad de nuestro deporte y que no se cansa de recorrer km en toda la Argentina.

Para terminar quiero agradecer a Ana, que me acompaña en las pasiones con muchísimo amor, disfrutando los procesos, siempre comprometida y aportando conocimientos, siendo invalorable en el camino hacia los objetivos. Soy un afortunado, sin ninguna duda y la misma suerte corre para nuestros hijos.
Damián Goldenzweig. "RW"
