Tres récords nacionales en una semana
por Fernando Pais

      Cuando en la revista "Espacio Aéreo Deportivo" leía el listado de los récords nacionales de velocidad y distancia hechos, me llamaba la atención como alumno piloto de planeador que se pudieran hacer tantos kilómetros y tanta velocidad sin motor. En especial que varios se hubieran hecho en un par de días de 1982.

      Luego, ya con algunos cuantos años de vuelo, releía el mismo tema de esa temporada espectacular en un artículo de la "Volovelismo Argentino", de la pluma del "Brujo" López, que analizaba aquel 24 y 25 de diciembre de 1982. Esa nota se titulaba "La navidad de los récords".

      Será por eso que hacer vuelos destacados siempre me llamó la atención. Así fue que, con el PW5 de Rafaela, el "CG", intenté varias veces récords de distancia. Uno de distancia libre con tres puntos predeclarados y otro de distancia libre con hasta tres puntos libres. Un par de intentos, pese a haber logrado la performance, no pude validarlo por problemas en los registros. Otra vez, me paso lo mismo, cuando hice el récord de velocidad del triángulo de 200 en el PW pero el registrador I.G.C. dejó de funcionar en mitad de la prueba. Cosas que pasan, y otros intentos por seguir, de salir tan temprano y caerme a 10 kilómetros del club, o no poder prenderme para partir, hasta que llegaron los dos récords en el PW. El de 310 km, ya superado, y el de 362 km todavía vigente.

      Pensando en los récords, siempre fui un piloto más que rápido un piloto de vuelos largos. De distancia más que velocidad. Así mi objetivo de hacer kilómetros me llevó a cerrar con mi Jantar Std. "DJ" el primer 500 del Club de Planeadores Rafaela, hace varios años.

      Esta temporada, la 2022/2023, trajo penurias para el campo con la sequía y el calor, pero extraordinarias condiciones para volar a vela en nuestra zona del centro de la provincia de Santa Fe, de Rafaela. Y pudimos aprovecharla bien, en especial con el histórico Campeonato Nacional de Vuelo a Vela "Rafaela 80 años" que tuvo un récord de pruebas voladas, de distancias y velocidades logradas, por los ganadores y por todos los pilotos en general.

      En el Nacional que hicimos en el C.P.R. volé por primera vez en la categoría 15 metros, la más "picante" y competitiva últimamente. Volé el recientemente importado ASW 20C, que trajo el club desde Nueva Zelanda, y que era propiedad de Terry Delore. En el campeonato, a juzgar por mi ubicación en la tabla, poco quedó del dueño neozelandés sobre el ex "TC" y ahora "AJ". Pese a llegar en todas las pruebas, aunque rápido para mí, lento, o más lento que el resto de los pilotos, que volaron de forma increíble con promedios acordes a las condiciones que se dieron.

      Así las cosas, no quedé del todo conforme con mis vuelos. Y como había sido mi palabra, dejé libre el ASW 20 para que lo volaran en el club los demás pilotos luego del Nacional, en especial Mauro que fue el segundo piloto del club en cumplir los requisitos para volarlo deportivamente.

      En ese tiempo de dudas, de pensar que bueno, "es lo mejor que pude hacer" y que tal vez, por el resultado del nacional, "ya estoy para hacer otro tipo de vuelos", más tranquilos, menos exigentes- una charla con Mayra, mi esposa, me dejó pensando.

      Me dijo algo así: "y bueno tal vez los desafíos para vos volando no estén en los campeonatos, estén en las charlas que das, en lo que puedas ayudar a los nuevos, en otras cosas...". Y me hizo reflexionar, como siempre lo hace.

      Y pensé en la temporada excepcional de una sequía histórica, a la que le quedaba enero y febrero todavía.

      Pensé en el ASW 20C del club, que se puso en vuelo dos meses antes del nacional y en el que al terminar el campeonato ya estaba más entrenado.

      Pensé en la oportunidad que podía dar esta temporada para un vuelo de distancia, un 500 con el PW5.

      Y de pronto me acordé en ese artículo del "Brujo", de la navidad de los récords, por las condiciones especiales de esa temporada, de esos días.

      Y entonces entré en la página de la F.A.V.A.V., en deportiva, a repasar los récords que no están hechos en la montaña, que desde la llanura son inalcanzables, salvo los de velocidad en triángulo porque es difícil trazarlos en la forma extendida de sur a norte que tiene la cordillera. Y entonces me pregunté: "¿y si intento alguno de los récords de velocidad con el ASW?". Y entonces sin pensar la respuesta tanto, me dije con tono de pregunta: "¿y por qué no?".

      Y entonces cambió algo en mi cabeza y empecé a hacer lo que hice con los otros intentos de distancia. Ver los días, programar pruebas, proyectar, prever, analizar y prepararme para la "ventana" de una oportunidad. Este año ya se habían hecho varios vuelos de récord, el 1.000 de Damián, el 750 de Javier, y otros más. Y los aportes desde meteo de Lucas para incentivarnos a buscar aprovechar estas condiciones.

      Y llegaron los días, increíblemente, casi coincidentes con mi licencia del trabajo. Pero no todo, en la semana previa a mis vacaciones, se venía un día muy bueno. Habíamos volado en los días anteriores muchos kilómetros, y el martes 10 de enero daba en todos los modelos muy bueno.


Récord Nacional Argentino en Triángulo F.A.I. de 514 Km a 124,43 Km/h

      Con Martín Franconi y Walter Mirasso veíamos los modelos y las alternativas de prueba para hacer. Así que me pedí el día en el laburo y me fui para el club temprano pensando en hacer el 750, en tratar de batir el récord de Javier, 770 era más o menos. Preparamos todo, como no tenía registrador a mano para declarar la prueba y el del club que está disponible no estaba montado todavía, me prestó su "Nano" Marcos Meroño. Daniel Micoli me remolcó, fui a 1.000 metros para partir a hacer el 750, partí, pero no había nada de nada, a unos 10 km del club tenía que elegir, seguir y posiblemente caerme y perder el día, o volverme e intentar el 500. Los dos triángulos ya los tenía analizados, proyectados para ese día, ese viento, pero las condiciones que necesitaba para el 750 no se daban en el horario que preveía. Así las cosas, volví, aterricé y llamé a Marcos para que viniera del negocio a cambiarme la prueba del 750 al 500. La misma prueba haría para su primer 500 Miguel Serrano en el "Ventus".

      Ya con más tiempo, despegué más tarde. El día era una bomba, pero arrancó más tarde en la zona y por ello, apenas corté, como en el Nacional, subí rápido hasta los 1300 metros, el día ya estaba estallado adelante. "Beto" por WhatsApp me confirmaba las condiciones en la zona oeste y al sur, donde debía ir para hacer la prueba. El recorrido era: C.P.R. - Las Palmeras - Pozo del Molle - Los Molinos - C.P.R.

      Y aceleré, y partí un poco debajo de los 1.000 metros, con la suerte de encontrar a los pocos kilómetros una buena térmica que me llevó a los 2.700 metros para arrancar la prueba luego de la partida F.A.I. El resto del vuelo fue desafiante y frenético.

      La primera parte a Las Palmeras fue un planeo de 60 km viento en contra a 170 de promedio de "ground", luego una térmica más casi sobre el vértice para cerrar a 101 km/h el primer punto. Fue una primera pata extraordinaria que me permitió tomar el pulso del día, dónde tiraban los cúmulos, que era bastante grandes y por la gran humedad que había a esa altura, se mezclaban/transformaban en altos cúmulos un poco, estratificándose arriba hasta disiparse. Si tomara la partida no F.A.I., porque teminé virando sobre la partida tomando altura, el promedio hubiera sido casi 125 Km/h.

      La segunda "pata", hasta Pozo del Molle fui levantando el promedio, que en la "Palm" me daba respecto de la partida de 1.000 metros. 104, 108, 112, 115, en el camino dos térmicas de +4 m/s me llevaron a los 3.200 así que volaba entre esa altura y los 2.000 / 1.800 con planeos de 30 km más o menos. Eso, más el leve viento de cola, me llevaron a lateral Las Varas con ¡122 de promedio! Venía fantástico... pensando en la velocidad que salí a buscar hacer. En este tramo tuve que hacer a la fuerza un planeo largo de 57 Km en el que subí el promedio a ese valor.

La laguna Mar Chiquita al oeste

      Pasando Las Varas, camino a Las Varillas, en el final de ese planeo largo, antes del vértice, se hizo un hueco que rodearlo perdería mucho tiempo, pasé dos cúmulos que... bien gracias, nada de nada. Me tiré hasta uno en formación con el final de la tromba abajo pero ya llegué con 1.200, en un día con tanta altura las buenas térmicas se espacian mucho, con fuertes descendentes.

      Así que seguí y terminé entre Las Varillas y Pozo del Molle con 900 renegando para no bajar más y arriesgar caerme.

      No quedó otra que virar +1,5 roto hasta los 1.300. Luego saltar a uno siguiente igual de roto para llegar hasta los 1.600 mts y finalmente, sobre Pozo del Molle, poder conectar nuevamente con una buena de +3 m/s para llegar hasta los 2.500, al menos. Cuando salí de ahí recién miré el promedio... daba 104 Km/h, perdí una eternidad. Me quedaba menos de media prueba para mejorarlo así que podía intentarlo, pero volando más rápido todavía.

      A cambiar la cabeza, adelante la segunda "pata" de 130 km se veía bueno, así que a darle rosca de nuevo y volvimos a correr con el "AJ". "Beto" me pasaba por WhatsApp que la zona de Gálvez estaba con cúmulos. Conecto una buena, +4 otra vez, 3.000 de nuevo, y dale. El promedio comenzó a crecer, mi objetivo con esa altura era llegar al último vértice con 115 Km/h de promedio como mínimo, para en el planeo final mejorarlo un poco más y llegar a 120.

      Y fue subiendo de nuevo. 105, 108, 111, 115, 116. Llegando a Los Molinos, que está un poco al suroeste de Gálvez, otro hueco grande y altos cúmulos saturados con sombra sobre la zona del vértice. Decido entonces apuntarle a Gálvez, desviarme a la izquierda del rumbo metiéndome dentro del triángulo pero con la poca componente de viento de los 060 para dejarme el viento arriba del punto. Llego al cúmulo, muy bueno, y de ahí luego a 90º a la derecha me tiré por unas babitas altas hacia el vértice. Si todo salía bien, al regreso en ese mismo sistema de cúmulos tendría la última térmica para entrar.

      Y así fue, otro golpe de suerte también, subí ahí hasta los 3.200 con +4,5 m/s y fui, cerré Los Molinos a 117 Km/h, y pensé que era posible mejorar los 118 del récord vigente.

      Seguí la misma línea de cúmulos sobre el rumbo hacia Rafaela, sólo hicieron falta un par de virajes en otro cúmulo con +4,5 m/s de nuevo para subir el Mc Cready del planeo final, estando ya adentro, y tirar ese planeo final de 90 kilómetros, lo más rápido posible.

Miguel Serrano - Mauro Jusco - Raul Bregy - Fernando Pais

      Final de fiesta, línea de cúmulos casi en el rumbo para aprovecharlos hasta los 1.500, luego ya los ascensos tenían más que ver con el piso que con las nubes. En el camino, pese a picar más todavía en los ascensos, siempre me iba quedando adentro, cada vez con más margen de altura.

      Siempre recuerdo lo que decía, y me dijo alguna vez en Tres Arroyos en el 95 Jorge Riera, que "mientras más altura hay (techo) más margen hay que tomarse en el planeo final para no pasarla mal o tener que parar a virar". Mientras tanto, cada vez más fuerte, siempre con la TAS (Velocidad Real), 200 / 210 / 220 Km/h, y mirando el promedio de la prueba junto con el margen de altura. 118, 119, 120, 121, 122, ya lo tengo!, 123, 124!!!

      Llegada de prueba F.A.I., recuperada de venir a 250 km/h abriendo el lastre, y la exclamación por la radio que ya no contuve: "¡Vamos Alfa Juliet, récord nacional en Rafaela!".

Los tramos dieron:
C.P.R. - Las Palmeras: 101,3 Km/h,
Las Palmeras - Pozo del Molle: 113,3 Km/h,
Pozo del Molle - Los Molinos: 129,1 Km/h,
Los Molinos - C.P.R.: 187,3 Km/h.

      Al final, según el "SeeYou" daría para los 513,8 kilómetros de triángulo F.A.I. un tiempo de 4:07 a 124,43 Km/h de promedio, el más rápido que he hecho en mi carrera deportiva.

      El récord anterior era de 118,7 Km/h de Mario Reinoso hecho con un "Discus" en Australia en 1987, el año en el que me recibí de piloto de planeador.


Récord Nacional Argentino en Triángulo F.A.I. de 200 Km a 134,50 Km/h

      El sábado 14, luego del vuelo de 500 kilómetros AST uniendo los cuatro clubes que hicimos con Mauro, él en el ASW 20 y yo en el "Ventus", por C.P.R. - Esperanza - Ceres - San Francisco - C.P.R., el domingo 15 se presentaba bueno nuevamente y el "AJ" estaba disponible. Con el 500 hecho, y con un día que parecía iba a ser corto pero muy bueno, que demoró su apertura, me propuse intentar el récord del triángulo de 200 Km. La misma prueba iban a hacer Miguel Serrano con el "Ventus" y Martín Franconi con el Jantar Std. Ellos partieron antes mientras yo hacía tiempo y me acomodaba para la partida. Nos remolcó ese domingo Pedro Choma. La prueba era C.P.R. - San Carlos Centro - María Luisa - C.P.R. - 210 Km.

      Para una prueba más corta que de 500 kilómetros tomé la alternativa que usó Damián para el récord de 300 kilómetros. Es decir, como se hace en la montaña, que entre la partida y la llegada hubieran menos de 1.000 metros de diferencia, independientemente de la altura de la partida sobre el terreno. Así, salí un poco debajo del techo en ese momento, que estaba en 2.900, y partí con 2.400 metros más o menos. Con ello, puse en mi vieja "Ipaq" la altura de seguridad para el planeo final en +1.500 metros, para entrar arriba del umbral mínimo.

      Este vuelo fue el más intenso y frenético, salvaje que he hecho. Por lo agresivo en cuanto a los palancazos, viraje, velocidad de planeo, los que saben de volar entienden cuál es la actitud. Así fue que pese a no conectar con una buena en la primera pierna llegué a San Carlos con 1.200 metros, subiendo un poco en el camino. Y allí, como estaban Miguel y Martín en la base, me decían que había 3.000 metros, me la jugué a engancharla debajo de ellos. La encontré antes de llegar a su cúmulo, era otra térmica, que por esa cuota de suerte que hay que tener para estos vuelos, subiendo +4 de promedio, virando cerré el vértice. 124 Km/h de promedio en esa primera pata. No alcanzaba tenía que ir más rápido o sostenerlo para ver si en un planeo final bueno lo superaba.

      Segunda pierna, increíble, pegando núcleos buenos sin bajar tanto la velocidad y en los de +4 m/s unos pocos virajes y seguir. La pierna entre San Carlos y María Luisa tuvo siete térmicas, de 3,9 de promedio general, pero con planeos arriba de los 200 Km/h y con ascensos intermedios. Por lo que como el viento no era fuerte, y había cierta convergencia desde el este por la brisa del Paraná, la zona estaba muy buena. Finalmente, la segunda pierna dio 124 Km/h de promedio, por lo que podía aspirar a superar ese valor en el planeo final y lograr el récord. Siempre teniendo en cuenta que debía llegar con 1.400 metros o más al club.

      La suerte estuvo otra vez de mi lado, y en la mejor de la tarde, con +4,2 de promedio, cerré casi virando María Luisa para salir en un planeo final a fondo. Así la última parte de la prueba fue siguiendo una línea de cúmulos que se abría a la izquierda del rumbo pero tenía 3.000 metros y me dejaba entre Felicia y Torino para tirar la parte final sin apoyo de ascensos, porque estaba con un claro muy grande hasta los cúmulos que había sobre Rafaela. En el camino nuevamente unas vueltas en +4 m/s y darle velocidad hasta el final.

      Como me venía pasando un poco de rosca tuve que levantar la nariz e ir más despacio en los últimos kilómetros y asegurarme entrar con menos de 1.000 metros de diferencia, pero con la TAS en 230/250 Km/h. Esa última pierna de planeo final atípico, el primero que hice con esta forma de llegar alto y no cerca del piso, me dio 168,3 Km/h. Así, mientras me acercaba a la llegada F.A.I. veía la "palm" marcarme 130, 131, 132, 133, 134, 135!

      Alegría y al bajar de esa altura, que costaba con tantos ascensos que había, ver en la computadora que estaba dentro de la altura y que daría para récord nacional. Uno récord más en pocos días.

Los tramos dieron:
C.P.R. - San Carlos Centro: 124,3 Km/h,
San Carlos Centro - María Luisa: 124,4 Km/h,
María Luisa - C.P.R.: 168,2 Km/h.

      Al final fue 134,5 Km/h, el anterior era de Fermín Fernández con un LS4 en Santa Rosa a 124 Km/h en el año 2014.

¿Y podría haber uno más?

¿Y por qué no el de 300?


Récord Nacional Argentino en Triángulo F.A.I. de 300 Km a 126,17 Km/h

      Era el martes 17, estaba de vacaciones en el laburo, y hacía una semana del vuelo del 500, y un día del 200.

      Armamos todo de nuevo con Miguel y Martín, que volaron ese día al que se sumó Javier Haspert con el PW 5. Volvimos a pedir la gauchada de Daniel Micoli para que nos remolcara, pero ya saliendo con el día armado esperando la mejor parte para el 300.

      El día prometía desde temprano, otra vez en el grupo de WhatsApp de Vuelo Deportivo del club veníamos evaluando que podíamos hacer, yo en especial un día de semana al estar de vacaciones del trabajo. Con Walter con la info de meteo de los modelos íbamos viendo la mejor zona según los horarios y posibilidades. Armé la prueba que Miguel y Martín también completaron ese día: C.P.R. - Peaje San Vicente - Colonia Marina - Humberto Primo - C.P.R.

      Nuevamente opté por la partida con altura y llegar de regreso con menos de 1.000 metros de diferencia, como lo había hecho el domingo en el triángulo de 200 Km.

      Fui el primero en salir y el día no era exactamente tan extraordinario como había sido el domingo pasado, cuando había 3.000 metros y más, con +4 m/s casi de promedio y buenos sistemas armados para correr.

      Esta vez los "CU" tenían 2.300 / 2.500 con menos promedio y sin definir bien dónde tiraban. El viento según los modelos debía bajar de intensidad y quedarse de los 060º, pero ello no pasó, se instaló una especie de cortante a los 2.000 metros en la cual había un cambio de velocidad, no de dirección. Abajo de esa altura había casi 30 km/h mientras que arriba bajaba a 20 km/h. Eso hacía que las térmicas se rompieran un poco y solo en la franja superior, con buenos cúmulos activos, se pudiera subir bien. Además, mucha humedad hacía que se saturaran un poco las nubes, con sombra y estratificación así que había que manejar bien por dónde se iba.

      Un dato positivo era que los sistemas funcionaban (tal vez por esa cortante) en dos sentidos de planeo con ascensos. Uno, bien viento de frente, con rumbo 060 / 070, el otro era cruzado con rumbo 300 más o menos, por lo que la pata del Peaje San Vicente a Colonia Marina fue medianamente buena pese al viento cruzado y los no muy bueno ascensos.

      En lo personal, hasta el primer punto venía muy bien, más allá del viento 3/4 de cola. Veníamos hablando entre los cuatro, con " y Martín adelante que partieron primero, y Javier con el PW que salió un poco después que yo.

      El segundo punto pude cerrarlo dentro de lo previsto con el promedio bueno para lo esperado, 132 km/h, pero sabiendo que se venía el viento de frente ahora durante 100 km. Ahí cometí el error de abrirme a la izquierda del rumbo, buscando el viento arriba de la pierna, pero eso me llevó a tener que "seguir" la única calle de cúmulos que quedaba abriéndome demasiado.

      A mitad de esa pierna viento de frente, que funcionó más o menos gracias a la calle, el promedio me bajó mucho. Cruzarme para la derecha, adentro del triángulo, sería más distancia y pérdida de tiempo, pese a que esa zona se había activado mucho mejor. Encima, por donde iba los cúmulos se disipaban. Decidí entonces ir hasta el último cúmulo que se veía bueno de la calle que estaba volando, viento arriba de Humberto y de ahí cruzarme por el claro en un planeo largo para llegar bajo al vértice y quedar con la chance de enganchar algo viento 3/4 de cola para el planeo final.

      Así fue, salí en un planeo rápido y recto de unos 35 km, desde los 2.100 metros, y justo antes de llegar a Humberto, unos 5 km antes, con viento en contra y unos 1.200 metros, decidí virar una buena que conecté ya que más adelante no se veía algo bueno, dado que solo saliendo para el club estaban los próximos cúmulos, a los que llegaría muy bajo ya sin poder apoyarme en ellos. La zona se había raleado bastante, nada que ver con lo que había volado al sur y al oeste ese mismo día. Esta vez la suerte, y las decisiones, no habían estado tanto de mi lado.

      Así que subí un poco y fui a cerrar el último vértice con la esperanza de encontrar una buena, muy buena debía ser, más los cúmulos que se veían sobre el rumbo, más el viento 3/4 de cola, y así decidí jugármela para acercarme al récord de velocidad.

      Cerré Humberto a 120 km/h, casi 5 km/h abajo del récord vigente, todavía era posible.

      A los pocos kilómetros (volvió la suerte) encontré una buena con los +3 m/s que necesitaba. Me largué en el planeo final con lo justo y a fondo, sin palanquear en los ascensos para ver si superaba los 125 por hora. Empezó bien la cosa, todo muy rápido, con la altura justa para llegar por encima del umbral, y con la esperanza que sobre la ciudad (entrando del norte) tuviera ascensos para no bajar tanto en el sprint final. Había partido con 1.900 metros indicados en el altímetro. Pero no aparecieron esos golpes hacia arriba que necesitaba, en realidad, más para abajo. Y la ciudad, bien gracias, no empujó nada hacia arriba, así que al final, para no entrar debajo y conservar los 1000 metros de diferencia, terminé tirando la palanca atrás y crucé la llegada con lo justo, a 110 km/h.

      Luego fue lo mismo. Bajar el vuelo, revisar y esperar la validación.

Los tramos dieron:
C.P.R. - Peaje San Vicente: 163,3 Km/h,
Peaje San Vicente - Colonia Marina: 118,5 Km/h,
Colonia Marina - Humberto 1º: 106,3 Km/h,
Humberto 1º - C.P.R.: 181,6 Km/h.

      Finalmente fue 126,17 Km/h, el anterior era de Pedro Nemesio, también en Santa Rosa, con un Jantar Std 2 (presumo el "SR") a 124,8 Km/h.

Coincidencias del vuelo a vela

      Luego, con tiempo, pude evaluar cada vuelo y encontrar llamativas coincidencias, signos que unieron mis recuerdos con los récords que pude lograr.

      Lo llamativo: Santa Rosa, el "Brujo" López, "Volovelismo Argentino", "La Navidad de los récords", la "Espacio Aéreo Deportivo" que "Beto" Vogt me prestaba para leer cuando recién empezaba a volar en Esperanza. Pedro Nemesio hizo ese récord de velocidad a 124 Km/h el 24 de diciembre de 1982, cuando yo terminaba 7º grado y ni pensaba que iba a volar en planeador, mientras construía mis Origone I y II. Al récord del 500 hecho por el maestro Mario Reynoso en 1987, cuando obtuve mi licencia de piloto a los 17 años.

      Cosas de la vida, del vuelo a vela que siempre nos da una oportunidad más, a mí incluso la de volver a volar después de 1995, y con el agradecimiento a todos los que me ayudaron con estos vuelos extraordinarios que resultaron ser récords nacionales.

      Al Club de Planeadores Rafaela, porque los récords fueron hechos con un planeador del club, remolcado por un avión del club, ayudado por compañeros del club, en nuestra zona, por lo que son récords nacionales del C.P.R. también.

      A todos los que me dieron una mano en los tres intentos: Marcos Meroño, Daniel Micoli, Miguel Serrano, Martín Franconi, Walter Mirasso, Mauro Jusco, Javier Haspert, "Tito" Picard, Pedro Choma, Claudio Albornoz, "Beto" Vogt, Raúl Bregy, y seguro me olvido de varios.

      Gracias a mi familia que me sigue apoyando para que vuele en planeador, que es mi pasión de toda la vida. Y gracias a la "Flaca", Mayra, que con sus palabras me hizo reflexionar y pensar qué otra cosa más podía hacer como piloto deportivo. Tal vez sin ese estímulo no me hubiera movilizado y pensado que era posible que yo hiciera récords de velocidad, ¡menos tres!

      Habrá que ver qué viene ahora en el vuelo a vela, que siempre nos propone nuevos desafíos. Tal vez sólo tenga que intentarlo.

Fernando Pais. 20/04/2023



                 


Junín - Bs. As. - Argentina