En 1996 se habían terminado con todo éxito los ensayos del motovelero, el que demostró tener excelentes cualidades de vuelo cuando era utilizado como planeador. En consecuencia 
Valentín Alfonso decidió desarrollar una versión de bajo costo, sin motor, destinada a los clubes de vuelo a vela.
Este nuevo velero sería básicamente un monoplaza de ala alta de quince metros de envergadura, equipada con frenos aerodinámicos y punteras de ala curvadas hacia abajo, con un tren de aterrizaje consistente en dos ruedas ventrales fijas y montadas en tándem. Las dimensiones y demás características de este aparato serían similares a las del "Libelus" motorizado.
Aunque aparentemente se inició la construcción de un prototipo, no existe ninguna evidencia de que haya sido terminado.