El
FS-29 es hasta ahora el único planeador del mundo que puede cambiar su apertura alar en vuelo. El
Akaflieg Stuttgart buscó la posibilidad de aprovechar la mayor prestación posible tanto en planeo, como en el vuelo térmico, para ello desarrollaron un sistema de ala telescópica.
Para la construcción de este planeador se aprovechó la experiencia del Akaflieg Braunschweig con la utilización de las fibras de carbono en la construcción aeronáutica.
El es de planta rectángulo-trapezoidal, construida en dos partes, posee aerofrenos de tipo "Schempp-Hirth", la envergadura mínima es de 13,30 m, y la máxima de 19,00m.
Exámenes desarrollados en el túnel de viento arrojaron como resultado que una diferencia de hasta 3 mm entre entre los dos tramos del sistema telescópico, no influyen en el rendimiento aerodinámico.
El sistema de ala telescópica es como un guante, es decir el tramo exterior del ala se desliza por sobre el tramo interno, para ello un ingenio de correa dentada y engranajes, movidos por una rueda libre desde el habitáculo hacían posible el cambio de envergadura.
El resto del planeador es de tipo convencional, fuselaje con tren de aterrizaje retráctil y un empenaje con estabilizador-elevador en "T" y de tipo "pendular".
El primer vuelo se llevó a cabo el 15 de junio de 1975.
Un accidente en el verano de 1997 le puso fín a la actividad de este planeador, hoy se encuentra preservado en el Museo de Münich.