Cuando el
Akaflieg desarrolló el
FS-16, buscaron construir un planeador con buen rendimiento y fácil de volar. Debido a la necesidad de este planeador se decidió invertir poco tiempo en investigación e incorporar algunas innovaciones.
Así resultó un planeador monoplaza de ala alta, sin montantes (cantilever), con una envergadura de 16m.
Debido a la buena experiencia con el fuselaje del F-1, que tenía su parte trasera algo elevada y había brindado buenos resultados se decidió mantener estas líneas. Este fue algo más largo e incorporaba un empenaje de tipo convencional, con un timón de dirección totalmente móvil y un estabilizador-elevador con una aleta de control móvil de gran superficie.
El tren de aterrizaje estaba compuesto por largo y robusto patín para protejer el conjunto de aterrizajes bruscos.
El ala era de planta trapezoidal construida en madera. Para una mejor eficiencia de los alerones, se hicieron con una gran superficie, eran muy anchos y con su extremo completo móvil y sus bisagras fueron fijadas directamente al larguero. Los alerones fueron hechos de duraluminio, se pudo de esta manera comprobar la utilidad de este material en la construcción aeronáutica.
El primer vuelo se llevó a cabo en marzo de 1937.