El proyecto del motoplaneador
"Ximango" comenzó con el famoso diseñador de planeadores
René Fournier, que teniendo desarrolladas 9 aeronaves en tubos de acero y madera, algunas de ellas con más de 100 unidades producidas, usó su experiencia dando vida a un motoplaneador de gran performance ingresando así al mercado con tecnología de material compuesto y tren de aterrizaje retráctil, con una combinación de cualidades que lo tornaran imbatible.
Este motoplaneador, el RF-10, fue inicialmente construido por una pequeña empresa llamada Aerostructure, de Bordeaux en Francia. El certificado de tipo francés fue obtenido en 1984, permitiendo comenzar la producción en serie.
Aerostructure produjo 13 RF-10, cuando el Grupo Aeromot adquirió la linea de producción y los derechos del RF-10; varios ingenieros y supervisores de Aerostructure fueron contratados de 6 a 8 meses para instruir al personal de Aeromot en Porto Alegre, en el sur de Brasil.
Con muchas mejoras implantadas por Aeromot el diseño original del RF-10 se transformó en el AMT-100 "Ximango", comenzó su producción en serie en 1986.
Se trata de biplaza "lado a lado", tiene la posibilidad de ser utilizado como remolcador de planeadores; está construido en fibras de vidrio y carbono, la planta de poder es un motor Limbach L 2000 E01 de 80 hp de potencia con arranque eléctrico y una hélice Hoffmann bipala de 3 posiciones.
El tren de aterrizaje es convencional de dos ruedas, retráctil manualmente. Los extremos alares son plegables para facilitar el hangaraje.
El primer AMT-100 voló en 1989.